Masia Museu Serra ha cedido algunas piezas de su colección privada obra de Ismael Smith y Antoni Serra y Fiter con motivo de la exposición temporal que acoge el MNAC dedicada al primer artista.

Revisar a fondo la trayectoria de Ismael Smith (Barcelona, ​​1886 – White Plains, Nueva York, 1972) era tarea pendiente de la historia del arte catalán. Fue famoso los primeros años de su carrera, pero en 1919 se fue a vivir a Estados Unidos y entonces comenzó el proceso de su olvido. Allí no se pudo integrar como aspiraba y fue dejando la práctica del arte para dedicarse al estudio de la cura del cáncer, de una forma naïf y obsesiva. En 1960 terminó internado, contra su voluntad, en el sanatorio psiquiátrico de Bloomingdale, a las afueras de Nueva York. En Cataluña no fue un artista olvidado del todo, pero se mantuvo acotado al terreno de la ilustración satírica y del bibelot, por su producción transgresora, siempre al límite, en el mundo de orden del novecentismo en el que estaba inmerso.

Piezas cedidas al MNAC

La deformación de carácter grotesco o expresionista en la escultura, la ambigüedad sexual de las figuras masculinas y femeninas de los dibujos, o las escenas esperpénticas de los grabados no encajaban en el plácido mediterranismo que se estaba imponiendo como única salida al modernismo. Era una obra inquietante y variada, que fue quedando al margen del discurso oficial hasta llegar al desclasamiento y el desprecio. Su figura no se empezó a revisar hasta después de muerto, gracias a los esfuerzos de algunos de sus admiradores más fieles.

La exposición se divide en cinco ámbitos: el personaje, el dibujante, el escultor, el grabador y el trágico final del artista.

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